Las vacaciones de verano cuando sufres un TCA

En el post de hoy os vamos a hablar de como estamos preparando las vacaciones de verano con nuestros pacientes.
Si preguntáramos a la gente “¿Qué es para ti el verano?”, entre las respuestas más frecuentes, con mucha seguridad, estarían las siguientes: sol, playa, vacaciones, fiesta, chiringuito, relax, refrescos, viajes, diversión…

El verano, tan esperado para muchos, puede convertirse en una época del año bastante complicada para aquellas personas que sufren de un trastorno de la conducta alimentaria, y lejos de lo que nos pueda parecer, esto representa un porcentaje importante de la población. Es por ello, que los profesionales que nos dedicamos a ello preparamos con nuestros pacientes la llegada de esta época del año con especial esmero y los acompañamos durante estos meses.

No solo el verano tiene una especial importancia para aquellas personas afectadas por algún tipo de trastorno alimentario, la llegada del verano también puede suponer el desencadenante para que un trastorno alimentario aparezca.

Tengo un Trastorno Alimentario ¿Cómo planifico el verano?

Con el buen tiempo aumentan los mensajes relacionados con el culto al cuerpo y la presión por cumplir ciertos cánones de belleza en los que se impone la delgadez. Nos intentan hacer creer que tenemos que preparar nuestro cuerpo para la llegada del verano como si de preparar un maratón se tratara en forma de operación bikini. Con ello, nos sentimos presionados para conseguir un tipo de cuerpo determinado sintiéndonos culpables si por el contrario no lo logramos. Comenzamos a machacar nuestro cuerpo en el gimnasio y a seguir dietas milagro que prometen conseguir de manera fácil y rápida un cuerpo de revista con la esperanza final de alcanzar con ello también la felicidad. Expectativas todas ellas poco realistas y objetivos difíciles de mantener en el tiempo que al no conseguirlos fomentan el sentimiento de fracaso. También en verano nuestro tiempo es más desestructurado, rompemos rutinas, comemos más fuera, nuestro cuerpo está más expuesto, y con ello aparecen las comparaciones y las inseguridades. Se puede iniciar aquí una mala relación con nuestro cuerpo y la alimentación suponiendo en muchos casos el detonante para que el trastorno de la conducta alimentaria entre en nuestras vidas.

Pero para las personas que sufren un trastorno  alimentario el verano puede desencadenar emociones totalmente opuestas como…( Agobio, desasosiego, tristeza…) por ello ante un Trastorno Alimentario es importante planificar adecuadamente el periodo veraniego y tener en cuenta estos aspectos:

  • Puede que éste no sea el verano de tú vida pero éste SI te va a permitir que el próximo pueda serlo.
  • Pon a la vista tus objetivos, así recordarás en todo momento “A dónde quieres llegar”.
  • Realiza todas las ingestas trabajadas con tu terapeuta en la Clínica CTA, saltarse alguna no te beneficiará en nada.
  • Si algo no sale como esperabas, seguro que has adquirido un aprendizaje necesario, y por supuesto, no ha sido un fracaso.
  • Realiza actividades distractorias como: hablar con alguien, leer, escuchar música, escribir en tu registro, etc.
  • Cuida, prepara y protege tus ingestas. Intentar mantener horarios regulares.
  • No te prives de ese alimento, recuerda que no ingerirlo lo único que hará es aumentar el deseo.
  • Pautar previamente con el grupo familiar estrategias para los momentos durante las comidas.
  • Todos los días tomate un tiempo para ti. Escucha más allá de lo que los oídos perciben, presta atención a tus necesidades (Autocuidado).
  • Recuerda que las emociones tienen un principio y un fin. Trata de aceptarlas y no juzgarte por ellas. Pon en marcha las estrategias de regulación emocional que te funcionen.
  • Respeta tus horas de reposo, de descanso.
  • Aprovecha el buen tiempo para nutrirte de vitamina D tomando el sol.
  • Vive el presente y ¡CONFÍA EN TI!
  • ¡¡¡Dale un ojo a estos aspectos cada vez que lo necesites!!

Los TCA y las vacaciones veraniegas

Para una persona con un trastorno alimentario, en verano no brilla tanto el sol. Conscientes de la llegada de las vacaciones, suelen anticipar mentalmente las sensaciones o consecuencias negativas que pueden surgir de determinadas situaciones en las que se pueden encontrar, y esto les genera enorme ansiedad. En verano, el cuerpo queda más expuesto y la comida, para ell@s, influye mucho en cómo se perciben.

No en vano, es una de las épocas del año más complicadas cuando sufres un TCA y por lo tanto requiere un especial abordaje.

Cuando el trastorno alimentario ya está con nosotros la llegada del verano supone en la mayoría de ocasiones un sufrimiento importante, especialmente si existe distorsión de la imagen, ya que conlleva enfrentarnos a situaciones o exposiciones que durante el resto del año pasan desapercibidas y es ahora cuando nos damos de bruces con ellas sin poder evitarlo.
Actividades tan ansiadas y deseadas por muchos como puede ser viajar, disfrutar de una cena, quedar con amigos o disfrutar de un día de playa, puede convertirse en una verdadera tortura.

Durante este tiempo podemos ver a familiares o amigos que hace tiempo que no vemos y que pueden hacer ciertos comentarios sobre el evidente cambio físico sintiéndose la persona observada e incrementando así su incomodidad. A todo esto tenemos que añadir que sus rasgos perfeccionistas les hace ser durante el resto del año personas muy productivas en sus estudios o trabajo generándoles eso un sentimiento de utilidad y satisfacción con ellos o ellas mismas, sin embargo, el verano supone tener más tiempo libre, tiempo que no son capaces de disfrutar, entre otras cosas porque no se atreven a enfrentarse a determinadas situaciones, y aparece cierto sentimiento de inutilidad y de no estar aprovechando el tiempo. Detrás de ello existen miedos, formas poco funcionales y objetivas de percibir la realidad, pensamientos irracionales y muchas evitaciones para escapar del malestar que ello provoca, pero sobre todo, hay mucho mucho sufrimiento.

Para familiares y amigos puede ser difícil entender todo esto, pero tenemos que tener en cuenta que los trastornos de la conducta alimentaria son mucho más complejos que simplemente el “querer adelgazar” o “dejar de comer”. Por ello, en bastantes ocasiones, y con la intención de ayudar, les intentamos presionar o animar para que hagan cosas que no son capaces de afrontar aún o podemos hacer comentarios aparentemente inofensivos (“no sé por qué dices que estás gorda”, “si tienes tipazo, ya me gustaría a mí”, “es que todo te afecta”) que lejos de ayudar, pueden intensificar su malestar. No olvidemos que son personas que sufren y que los sentimientos y emociones están a flor de piel.

Ya entrados los primeros meses de verano, y sobre todo, desde que finaliza el curso para los estudiantes, comenzamos la preparación del verano y las vacaciones con nuestros pacientes que sufren trastornos alimentarios.

Sacar la ropa de verano, volver a ponerse el bañador (“¿Habré cambiado la talla?”), el reencuentro con familiares y/o amigos después de un año (“A ver qué me van a decir cuando me vean…”), los cambios de rutina, salir por la noche, conocer gente nueva, el consumo de alcohol…

Desde la Clínica CTA, adaptamos el tratamiento y las pautas a sus características y circunstancias personales haciendo especial hincapié en el mantenimiento de rutinas y estructura con la finalidad de reducir el impacto emocional que este periodo puede suponer.

La Anorexia o Bulimia y la llegada del Verano

El trabajo tanto grupal como individual permite profundizar en los miedos, inseguridades e incluso los riesgos que se derivan de estas y muchas otras situaciones. Así, de la mano de los terapeutas e incluso de los propios compañer@s, en el caso de lo que están en el hospital de día, se preparan para enfrentarse a ellas.

Sin embargo, la continuidad del tratamiento de Bulimia o Anorexia se puede ver interrumpida por los viajes, campamentos, estancias en el extranjero… de manera que los pacientes, llegado el momento, deben poner en práctica las habilidades aprendidas y desplegar sus propias estrategias para manejarse solos sin el apoyo estrecho de sus terapeutas. Las sesiones por Zoom o Skype permiten a los que más lo necesitan mantenerse más ligados al tratamiento de su Anorexia o Bulimia. Para otros, las vacaciones serán un extraordinaria oportunidad para que vuelen y comprueben cómo de eficaces son sus técnicas de resolución de situaciones complicadas o inesperadas.

La alimentación en verano y los TCA

Si preguntáramos a la gente “¿De qué alimentos o bebidas te gusta disfrutar en verano?” entre las respuestas más frecuentes, con mucha seguridad estarían las siguientes: helados, refrescos, horchata, ensaladas, frutas de verano, gazpachos, sardinas a la brasa, pescaíto frito, cerveza…

Muchos de estos alimentos, sin embargo, representan un gran reto para nuestros pacientes que sufren TCA. Más todavía si esos alimentos son consumidos en la playa o en la piscina, en bañador.

La rigidez en la alimentación de quien padece un tca se refiere en la que una persona limita o elimina ciertas ingestas o alimentos de su dieta, en un intento de perder peso o mantener una forma física deseada, llevando a dietas radicales como la eliminación de grupos de alimentos como carbohidratos , grasas o incluso proteínas.

A nivel físico, puede desencadenarse una deficiencia nutricional y verse afectado el metabolismo del cuerpo; muchas veces se utilizan medidas compensatorias, sumado a la mala hidratación y las elevadas temperaturas podría provocar deshidrataciones graves con desequilibrio electrolítico, generando desmayos, calambres, espasmos musculares, etc…

También sucede que al prohibirse un alimento, se despierta el anhelo de consumirlo provocando que nuestros pensamientos giren alrededor de él durante todo el día hasta que finalmente cedemos y sentimos un efecto de descontrol. Con ello no tarda en llegar la conocida sensación de culpa por haberlo ingerido. Aquí es donde nace el circulo vicioso (atracón-restricción) caracterizado por; me restrinjo ese alimento prohibido, aumenta mi deseo y luego el descontrol y la culpa.

Es muy común que después de prohibir determinados alimentos el cuerpo busque energía de forma inmediata ante la privación de la misma, por lo cual aparece la necesidad imperiosa de comer en general alimentos que coinciden con los que se suelen prohibir.

Solo si se encuentran en fases avanzadas del tratamiento y motivados para ello trabajaremos la exposición a algo “tan sencillo” como comer de bocadillo en la playa, tapear tras una visita cultural o comerse unas sardinas o unos caracoles entre chapuzón y chapuzón.

Si no se dan ambas condiciones, la cosa irá más despacio y, en muchos casos, lo más prudente será no hacer cambios en su comidas habituales y que pueda disfrutar de otras cosas que da el verano: la brisa del mar mientras se deleitan con una buena lectura en la terraza del apartamento, pasear por la playa a última hora de la tarde, o hacer pequeñas excursiones por la montaña.

Es importante recordar que tener una alimentación saludable no significa evitar determinadas ingestas, tipos de alimentos o realizar dietas donde se suprime algún macronutriente específico. En lugar de eso, hablamos de una alimentación saludable cuando se incorporan todo tipo y grupos de alimentos en porciones adecuadas y equilibradas, también es importante tener una relación sana con el ejercicio, hidratarse y mantener una buena calidad del sueño.

Se debe buscar el equilibrio saludable que se adapte a las necesidades del cuerpo y la mente de cada persona, disfrutando de la vida social y familiar sin sentir estrés por la alimentación.

Clínica CTA os desea un feliz verano

Por último, recordarte, tanto si estás atravesando un trastorno alimentario como si te planteas iniciar la tradicional puesta a punto para el verano, que para la operación bikini solo necesitas dos cosas: un cuerpo y un bikini (a ser posible, bien bonito).

Como hemos comentado anteriormente, como profesionales que vemos a diario los Trastornos Alimentarios, sabemos de la dificultad que implica esta época del año pero también sabemos que parte de la superación de vuestro TCA es afrontar retos y situaciones como el verano por vosotr@s mismos. ¡Ánimo! nuestro equipo terapéutico os desea un ¡feliz verano!

Este post ha sido creado por Isabel Fernández y por Mariana Sánchez, que pertenecen al equipo especializado de nuestra Clínica.

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