Fase Psico-emocional-familiar
En esta fase, a nivel nutricional, el paciente va logrando la normalización alimentaria y de actividad física para conseguir posteriormente la autonomía alimentaria. Pero la recuperación de peso y las conductas alimentarias inadecuadas no son el único objetivo de tratamiento, para asegurar una autoimagen positiva y evitar recaídas además hay que trabajar los aspectos psicoemocionales, sociales y familiares y promover las conductas necesarias para mantener un patrón de autocuidado sano.
La intervención debe ir confeccionándose progresivamente y casi a medida en cada paciente (o persona), con el fin de ir eliminando todos los síntomas del TCA, los factores mantenedores de la enfermedad y ofrecer las herramientas terapéuticas necesarias para desarrollar un proceso de autoconocimiento continuo que le permita hacer frente a sus circunstancias vitales.
A través de técnicas cognitivo-conductuales, Mindfulness, Compasión, técnicas gestálticas y de expresión corporal ayudamos al paciente a mejorar su autoimagen, manejar la ansiedad, conocer sus emociones, su estilo de afrontamiento y afrontar las situaciones conflictivas.
Mediante la terapia de familia conocen cómo afectan los Trastornos Alimentarios en su vida y en el equilibrio de su sistema familiar, a la vez que se restaura un nuevo estilo de comunicación familiar.
Cuando se presenta comorbilidad de trastornos de personalidad trabajamos desde las terapias de tercera generación, en especial la terapia dialectico-comportamental para trastornos límites de personalidad.
También intervenimos, si el paciente lo desea, en aquellos problemas subyacentes traumáticos con diferentes técnicas especificas.
En el caso de que la persona haya vivido sucesos traumáticos, también se les ayuda a afrontar la desadaptación que estos hayan podido originar en sus vidas, abordando la problemática con diferentes técnicas como el EMDR (Eyes Movement Desensibilizacion and Reprocessing), e intervención psicodinámica.