¿Cómo es la consulta de Nutrición en un TCA?

Cada día son más personas las que buscan un profesional de la nutrición en el que apoyarse ya sea para mejorar sus hábitos alimentarios, tratar una patología o asegurar un buen rendimiento en el deporte, entre muchas otras razones.

Sin embargo, cuando hablamos de Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), la consulta de nutrición puede verse rodeada de miedos e incertidumbre: ¿me obligarán a comer más? ¿me van a hacer subir de peso? ¿me juzgarán por lo que estoy comiendo?

Como sabemos que estas preocupaciones pueden ser difíciles de afrontar especialmente al inicio, en el post de hoy te ayudaremos a desmontar los mitos y creencias erróneas más frecuentes que surgen en torno a cómo es la consulta de nutrición y te explicaremos qué puedes esperar realmente del tratamiento nutricional.

Mito nº1: La Nutricionista va a hacer que suba de peso

Este es seguramente el mito por excelencia entre las personas que atraviesan un TCA, sobre todo si está muy presente la restricción alimentaria.

La realidad es que nuestra labor como nutricionistas va mucho más allá de alcanzar un determinado peso, ya que éste no es un indicador directo del estado de salud ni de la sintomatología presente.

Nuestra función es ayudar a las personas a recuperar una conducta alimentaria adecuada y un estado nutricional que garantice una buena salud a largo plazo, tanto física como psicológica.

El enfoque se centra en la salud global y no en un número de la báscula.

Mito nº2: Me van a poner una dieta que no sé si voy a poder seguir

Existe suficiente evidencia para afirmar que las dietas restrictivas tienen consecuencias negativas para la salud al promover una alimentación rígida y desequilibrada que genera culpa y malestar cuando no se cumple, aumentando con ello los niveles de ansiedad y frustración.

En la consulta, trabajarás junto con tu nutricionista unas pautas progresivas y adaptadas a tu  contexto individual, estableciendo objetivos realistas y alcanzables que puedas sostener en el tiempo.

Mito nº3: tengo que hacerlo perfecto para que no me riñan

Es normal que durante el proceso de recuperación de un TCA aparezcan dificultades para realizar las pautas alimentarias.

El trabajo habitual en consulta incluye poder identificar los obstáculos que aparecen y las estrategias necesarias para poder seguir avanzando, sin culpabilizar ni reñir por ello.

Recuerda: cuánto más difícil te haya sido seguir las pautas, más  importante es la sesión con tu nutricionista para poder aprender más sobre cómo funciona tu TCA.

Mito nº4: Van a juzgar lo que como, no me van a entender

Pensamientos como “van a pensar que como demasiado” o “qué pensarán de mí si como esto que no es saludable” son muy comunes como consecuencia del TCA.

Ante esto, es importante recordar que la consulta de nutrición es un espacio seguro y libre de juicios, donde ambas partes trabajan conjuntamente para entender y trabajar el comportamiento alimentario. Nuestro trabajo se basa en el respeto, la empatía y la comprensión para ayudarte a mejorar.

Mito nº5: Ya sé lo que tengo que comer, no necesito ir a la nutricionista

Hoy en día, disponemos de una gran cantidad de información en Internet y redes sociales sobre alimentación saludable y nutrición, por lo que es fácil pensar que ya lo sabemos todo. No obstante, el reto no siempre está en el “qué” comer sino en el “cómo”, y ahí es donde entra en juego el papel de las nutricionistas: ayudarte a hacerlo de forma más fácil y amable,  identificando tus propias dificultades y estableciendo un plan personalizado que se adapte a tu contexto y estilo de vida.

Mito nº6: Si subo de peso, la nutricionista pensará que ya estoy bien

Existe también la creencia de que nuestro objetivo como nutricionistas es hacer subir de peso y que, una vez se haya  recuperado, significa que el TCA ha desaparecido y todo está bien.

Sin embargo, es fundamental saber que la magnitud de un TCA no se mide por el peso sino por muchos otros factores, como los pensamientos sobre comida, la ansiedad y el miedo ante los alimentos, la flexibilidad, las ingestas sociales, la relación con el ejercicio físico, el estado de ánimo… El proceso de recuperación es complejo, pero trabajando poco a poco de la mano de profesionales el camino se hace más fácil.

En resumen, la consulta de nutrición es un espacio seguro, libre de juicios e imposiciones para trabajar conjuntamente hacia tu recuperación y bienestar.

Si crees que necesitas ayuda, no dudes en contactar con un profesional que pueda guiarte y acompañarte en este proceso.

Nuria Esteves
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