La autoestima y los Trastornos de Conducta Alimentaria

Seguro que muchas veces has oído hablar sobre la relación que existe entre autoestima y trastornos alimentarios. La baja autoestima se considera actualmente un factor de riesgo relevante en el desarrollo y mantenimiento de los TCA (Fairbun, 2003).

¿Qué es la autoestima y qué tiene que ver con los TCA?

Entendiendo la autoestima como la valoración que hace el sujeto de sí mismo podemos afirmar que las personas que sufren un TCA, en muchas ocasiones basan su autoestima en su imagen corporal o autoimagen. Es decir, piensan que si alcanzan un peso que ellas consideran ideal la valoración que harán de si mismas será mucho más positiva, se sentirán mejor, conseguirán la aceptación de los demás y de ellos mismas.

Sin embargo la autoestima es mucho más que una silueta, tener una autoestima alta implica ser capaz de apreciar nuestros talentos y habilidades, aceptar y ser tolerante con nuestras limitaciones, saber identificar necesidades y poder cuidarnos tanto física como psicológicamente. En conclusión, conocerse a uno mismo y establecer límites es necesario para  tener un autoconcepto sano y positivo.

Por el contrario, una persona con baja autoestima es alguien que se valora de forma negativa o se infravalora y que en mayor medida, da más valor a sus fracasos que a sus éxitos atribuyendo estos últimos al azar, como si los elogios, los mensajes de autoconfianza y la motivación de superación quedan eclipsados ante las frustraciones o la autocrítica destructiva.

La autoestima, ¿depende del trastorno de conducta alimentaria?

Los trastornos de la conducta alimentaria empeoran la autoimagen y autoestima de la paciente, provocando mayores niveles de infelicidad, insatisfacción y malestar de la persona cuanto más tiempo convive la enfermedad en la vida de la paciente.

En la primera etapa de aparición de los síntomas del TCA, suele haber refuerzo social por la pérdida de peso, la preocupación por la imagen y esto acaba provocando un reforzamiento de la idea que va a sentirse más aceptada y querida por los demás. Pero como la paciente no es capaz de valorarse por si misma, empieza a depender de la aprobación externa, los comentarios de otros o la intensificación de los síntomas TCA. Esta inseguridad pronto empieza a generar más ansiedad en la paciente y un aumento de autocrítica, exigencia que generan alto malestar en la paciente e incluso autorechazo minando así la autoestima en la persona que sufre el trastorno alimentario.

¿Cómo mejorar la autoestima?

La formación de la autoestima se basa en sentimientos, pensamientos, sensaciones y experiencias tempranas que el individuo vive desde la infancia. La familia y el contexto social juegan un papel muy importante, ya que darán lugar a gran parte de las creencias, valores y reglas de vida que tendrá la persona en un futuro.

Desde que éramos pequeños nos han dicho que para tener una autoestima alta debemos tener éxito en la vida, sacar buenas notas, caer bien a todo el mundo, tener muchos amigos, estar siempre bien etc. Sin embargo, como vemos en muchos pacientes con TCA, por muchos éxitos que obtienen en las diversas áreas de su vida la baja autoestima permanece inmutable. Esto es debido a los altos niveles de exigencia y elevado perfeccionismo que caracterizan a estos pacientes ya que para ellos nunca es suficiente.

En muchas ocasiones los Trastornos de Conducta Alimentaria presentan mucha dificultad y resistencia a la hora de conectar con las emociones y habilidades, no se permiten verbalizar e identificar cómo se sienten y eso hace que tengan un pobre concepto de sí mismas o que éste se vea afectado negativamente.

Para mejorar nuestra autoestima es necesario conocer las Aes de la autoestima, se trata de cuatro pilares básicos que nos sirven para poder desarrollar una autoestima positiva. Una de ellas es el Aprecio, ser capaz de identificar en uno mismo los talentos, habilidades y cualidades que le caracterizan. Por otro lado encontramos la Aceptación, es decir, ser capaces de reconocer y ser tolerante con nuestras limitaciones y debilidades; el Afecto se trata de tener una actitud positiva, amistosa y comprensiva hacia uno mismo y por último destacamos la Atención o cuidado, poder identificar qué necesito en cada momento.

En cualquier caso, destacamos que la autoestima no es algo estático, es cambiante y necesita ir trabajándose poco a poco, a lo largo de toda la vida. Para poder mejorar el concepto que tenemos de nosotros mismos es necesario estar en manos de profesionales de la salud que puedan acompañarte en tu proceso y conseguir así una mejora significativa de la autoestima.

¿Cómo trabajamos la autoestima con un paciente que sufre un TCA?

Para trabajar todas estas áreas es importante saber escucharnos y observar de qué manera nos hablamos y tomar conciencia del diálogo interno que empleamos con nosotros mismos.
Cuando fallamos en algo ¿somos capaces de reconocer en qué hemos fallado?, ¿Buscamos la manera de mejorar o nos anclamos a la creencia de “todo me sale mal”?, ¿Somos capaces de observar de manera objetiva nuestros fracasos y limitaciones?. Es importante ver en qué momentos se activa esa autocrítica, escucharla, poder ver de dónde viene y qué miedos surgen a la hora de hacerle frente.

La gran mayoría de estas «Aes» se ven afectadas en pacientes con trastornos alimentarios ya que, en muchas ocasiones les es difícil identificar qué sienten y qué necesitan en cada momento. Se sienten tan identificadas con los pensamientos enfermos que en algunos casos llegan a no saber cómo son realmente, que cosas les gusta hacer, que habilidades tiene etc…haciendo así una visión negativa del concepto que tienen de si mismas.

Si crees que puedes estar sufriendo un TCA o conoces algún familiar o ser querido que se encuentre en esta situación, te animamos a contactar con nosotros.

 

Autora: Inma Molina, Psicóloga y Máster en Psicología General Sanitaria (CV-17064)

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