Relación entre TDAH y Trastornos de Conducta Alimentaria

En este artículo nos vamos a centrar en el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y vamos a explicar las situaciones que podemos encontrarnos en una persona que tiene TDAH y cómo ayudarle en el tratamiento del TCA teniendo en cuenta ambos diagnósticos.

En el anterior artículo, explicamos qué es la neurodivergencia y cómo influye en la conducta alimentaria.

¿Qué es el TDAH o el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad?

El TDAH se caracteriza por un patrón persistente de inatención y/o hiperactividad que interfiere con el funcionamiento o el desarrollo. Esta dificultad para regular la atención acorde a la voluntad se debe a una desregulación en el sistema de recompensa, cuyo neurotransmisor principal es la Dopamina. En el TDAH, la cantidad de dopamina y el número de receptores es menor, por lo que hay mucha dificultad para mantener la motivación y se busca siempre la novedad como estímulo fuerte.

¿Qué características del TDAH influyen en la conducta alimentaria?

  • Impulsividad: Es un rasgo de la personalidad en el que hay una reacción rápida, inesperada y desmedida ante cualquier situación, debido a la dificultad para controlar los impulsos, tentaciones o deseos que sienten. Influye en la toma de decisiones alimentarias y puede generar mucha culpa después por haber sido una conducta inconsciente. Las conductas impulsivas pueden ser los descontroles, las purgas o compensaciones o la restricción después de un momento complicado.
  • Hiperactividad: Suele existir una excesiva movilidad corporal, con dificultad para estar en una misma posición durante mucho tiempo. El punto en el que más influye esta característica es cuando existe actividad física excesiva como medida compensatoria o compulsiva respecto a la imagen corporal, ya que hay una necesidad de moverse, por un lado, desde el TCA y, por otro, desde sus necesidades. También puede influir en las ingestas, si hay mucha hiperactividad y no pueden sentarse a comer durante 30’ porque no pueden estar quietos/as.
  • Inatención: Podemos encontrarnos que la persona con TDAH suele comer mientras hace otras cosas porque comer puede resultarles aburrido; en ocasiones, tanto que no se sientan. Otras conductas inatentas son olvidarse de comer si no han tenido un estímulo que se lo recuerde o no detectar la saciedad.
  • Hiperfocalización: Se refiere al hecho de mantener la atención de forma sostenida en una actividad concreta que le motive. Se mete tanto en la tarea, que no presta atención a todo lo que sucede a su alrededor ni a sus señales interoceptivas. Esto afecta negativamente en que pueden olvidar la hora de comer, beber agua, ir al baño… y se dan cuenta de todo cuando acaban esa tarea.
  • Disfunción ejecutiva: tienen dificultades para planificarse, establecer metas, tomar decisiones, organizar un espacio / un menú / exámenes… Esto se ve reflejado en que pueden abandonar proyectos u objetivos porque se abruman al no poder identificar los pasos a seguir o en la dificultad para llevar a cabo tareas de casa, de autocuidado.
  • Alteración en el procesamiento de estímulos sensoriales (desintegración sensorial): Lo explicamos de forma detallada en el anterior artículo. Puede ser con presentaciones, mayormente con texturas, que pueden amarlas u odiarlas.
  • Hiperfijación alimentaria: Las hiperfijaciones son obsesiones intensas que pueden durar días, semanas o meses. En este caso, se refiere a que se obsesionan con un alimento y lo comen / quieren comer a todas horas.
  • Sistema dopaminérgico y señales interoceptivas (hambre, saciedad y sed): En el caso de que no sientan el hambre, desde el TCA pueden vivirlo, por un lado, como que están comiendo por encima de sus necesidades o que no sería necesario comer tanto. Y, por otro lado, puede que sientan el hambre cuando ya es muy elevada y eso sea un desencadenante de descontroles. También puede ocurrir que tengan dificultades para notar la sensación de saciedad, sobre todo si están distraídas mientras comen.
  • Ciclos circadianos: En ocasiones hay una alteración de la melatonina (hormona del sueño que se segrega mientras duermes), haciendo que el descanso no sea adecuado. A nivel hormonal, en esta circunstancia se va a sentir menos saciedad y habrá una mayor preferencia por el azúcar y las grasas.
  • Permanencia del objetivo: se refiere a la capacidad de comprender que los objetos existen cuando están fuera de la vista. Debido a la inatención, puede ocurrir que se olviden que han comprado un alimento, que si no ven la botella de agua se olviden de beber…

Estrategias en el tratamiento de TCA para personas con TDAH

A continuación desglosamos las principales estrategias que seguimos en el trastorno de conductas alimentarias cuando se dan en personas con Trastornos de Déficit de Atención e Hiperactividad:

  • Construir una estructura alimentaria a nivel de horarios y referencia de cantidades que les sacien y nutran.
  • En una fase más avanzada habrá que trabajar también la mentalidad de dieta y su historia con las dietas, ya que algunos planes anteriores pueden ser lo que les ha hecho desconectar de esas señales de hambre y saciedad.
  • Registrar la actividad y el ejercicio físico programado de cada día para ser conscientes de cuanto movimiento hay. Establecer unos límites de tiempo y contexto, para poner un límite a la parte de actividad física compensatoria, teniendo en cuenta su condición.
  • Identificar el impulso y conseguir estrategias para redireccionarlo con estímulos fuertes (ducha de agua fría, coger un hielo, saltar…).
  • Trabajar la organización de la nevera para evitar tirar comida porque se les ha olvidado que está ahí y facilitar también una estructura en las comidas.
  • Tener alimentos precortados o precocidos frente a la disfunción ejecutiva (cuantos menos pasos tengan que realizar, mejor). Además, desglosar bien los objetivos y los pasos a seguir para las tareas propuestas.
  • Horarios, alarmas y recordatorios para beber agua, para comer… Puede ser útil comer con alguien para realmente parar y comer y no mientras se hacen otras cosas.
  • Valorar las distracciones al comer, ya que pueden ser un facilitador para regularse, pero dificultan la conexión con las señales interoceptivas.
  • Aportar alternativas de presentación de alimentos en función de la desintegración sensorial (ej: ante la desintegración sensorial por la textura de las verduras, plantear una crema de verduras). Va a ser importante que, de los alimentos ansiógenos o que más miedo le dan, busquemos opciones que a nivel sensorial pueda tolerar para que se exponga a ellos y no haya una acomodación del síntoma.

De esta forma, como en todos los casos, tenemos en cuenta la individualidad de persona a la hora de proponernos objetivos, siempre poniendo el foco en su salud y bienestar integral.

¡Esperemos que os haya sido útil esta información! 🙂

Andrea Alonso